Y al parecer este sanvalentin no habrá pucho suficiente para fumar,
como si estubiera planeado todos los kioscos van a cerrar,
y sin darme cuenta el ultimo de mis cigarrillos voy a pitar.

La colilla en mi mano sigue hasta el suelo,
a encontrarse con el sucio havitat urbano.

Se va a fundir con el gris sus cenisas,
igual que los más de veinte anteriores.

Lanzado desde mis dedos como reflejo adquirido,
no se hace sentir su perdida,
unos más significa buscar,
para su falta encontrar.

Compañero acesecino se disfruta tu sabor,
es tan dentro de mi, incluido y aceptado,
que ya ni te noto a mi lado.

En este savalentin parece que ni los cigarrillos,
van a madrugar en mi circunferencias.

Me queda volver a entiviar las sabanas,
y esperar que llegue el 15 de febrero,
sin más expectativas que cualquier día más.