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martes, 5 de enero de 2010

La Tomo por su Cintura

La tomo por su cintura y piernas, llevando el devil cuerpo hasta el sillon. Que criatura pequeña tenia el a su diposicion, dulce, suave, una niña que todavia no era mujer. Agradecia su postura que los arapos, resultantes del agetreo, aun cubrieran sus delidadas partes, pero no sabia si esa era o no la situcion morbosa que predecia.
La consiencia gritaba, la lujuria gritaba, y el sentido común tambien ¿Que pretendia hacer con un cadaber? Confiaba que habia sobrevivido, pero la duda no desaparecia ¿Y si estaba viva, como se le ocurrian tales cosas, más en ese estado indefenso en que se encontraba tan expueta?

La habitacion estaba bañada de luz de mañana, balncusca pero amarillenta salida del sol, aurora matutina, estaba alli para anunciar el nuevo día, tiñiendo los blancos de brillo, rociando los labios jovenes de frescura palida. Habia invadido el rocio, mojando las cosas vajo las ventanas abiertas, entre ellas dos personas sentadas en terciopelo verde.

Resaltando por ensima del desorden se ergia el torso desnudo de un hombre destellando con los rayos mañaneros, en su poder, una muñeca que alfin daba señales esperansadoras. Posando su mano en la mejilla de ella buscaba sus ojos, buscaba el reconosimiento, algo que le permitiera interpretar a su protegida.
Silencio. La repiracion agitada de uno se incrementaba, ella apenas podia tomar aire, intentando incorporarse se percato de la ubicasion, de lo mal que estaba eso para ella.





(censura)





Lo que nuca se tubo encuenta era eso que le pasaba a ella. Se sentia insignificante, igual que antes de llegar a eso, pero lo que marcaba la diferencia esta vez era el dolor probocado por la pasion agena.


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